Esófago
El esófago es un conducto músculo membranoso (un tubo muscular), ubicado en la parte media del tórax, que se extiende desde la faringe hasta el estómago. A través del esófago pasan los alimentos hasta el estómago.
Su función consiste en ser precisamente el conducto de unión entre la boca y el estómago y permitir que los alimentos lleguen a éste.
Desde la parte superior hasta la porción donde el esófago se une con el estómago hay unos cuarenta centímetros.
El esófago empieza en el cuello, atraviesa todo el tórax y pasa al abdomen a través del hiato esofágico del diafragma.
Habitualmente es una cavidad virtual (es decir que sus paredes se encuentran unidas y sólo se abren cuando pasa el bolo alimenticio).
El esófago está formado por:
Mucosa: Formada por varias capas de células, que recubre al esófago en su parte interna. Esta mucosa se renueva continuamente por la formación de nuevas células.
Capa muscular: Está formado a su vez por una capa interna de células musculares lisas concéntricas y otra capa externa de células musculares longitudinales, que cuando se contraen forman ondas peristálticas que conducen el globo alimenticio al estómago.
Esfínter esofágico superior: Separa la faringe del esófago. Está formado por un músculo estriado, es decir, voluntario, que inicia la deglución.
Esfínter esofágico inferior: Que separa el esófago del estómago. Realmente no es un esfínter anatómico, sino fisiológico, al no existir ninguna estructura de esfínter pero sí poseer una presión elevada cuando se mide en reposo. Este esfínter, disminuye su tono normalmente elevado, en respuesta a varios estímulos como a) la llegada de la onda peristáltica primaria, b) la distensión del esófago cuando pasa el bolo alimenticio (peristalsis secundaria) y c) la distensión gástrica
Autores
Bravo Rojas Ivonne
López Gutierrez L. Alfredo
Hernández Velazquez G. Martín
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